Un depósito de fluido para el sello mecánico de una bomba es un componente esencial del sistema de sellado, particularmente para disposiciones de sello doble. Cumple varias funciones importantes: Amortiguamiento: Proporciona un amortiguador para el fluido del proceso, evitando que entre en contacto directo con la atmósfera, lo que puede ser crítico en aplicaciones donde el fluido del proceso es peligroso o tóxico. Control de presión: el depósito puede ayudar a mantener una presión estable dentro de la cámara del sello, lo cual es crucial para el funcionamiento adecuado del sello mecánico. Lubricación: Puede actuar como fuente de lubricación para las caras del sello, reduciendo la fricción y el desgaste. Enfriamiento: en algunos casos, el depósito de fluido también puede servir para enfriar el fluido del proceso, evitando el sobrecalentamiento de las caras del sello. Lavado: Puede proporcionar un medio para lavar la cámara del sello con fluido limpio, lo cual es especialmente importante en aplicaciones donde el fluido del proceso es abrasivo o corrosivo. Compensación por expansión térmica: El depósito puede compensar cualquier expansión o contracción térmica del fluido del proceso, manteniendo el volumen y la presión correctos dentro de la cámara de sellado.

Los sellos de gas HWGS normalmente constan de un anillo de sello estacionario y un anillo de sello giratorio. Las caras de sellado de estos anillos suelen estar hechas de un material duro como carburo de silicio o grafito de carbono, que proporciona una superficie lisa y resistente al desgaste. Las caras del sello se mantienen separadas por una fina película de gas, que se suministra bajo presión a la cámara del sello. Esta película de gas evita el contacto directo entre las caras del sello, lo que reduce la fricción y el desgaste y, por lo tanto, extiende la vida útil del sello.

Los sellos de fuelle criogénico están diseñados para cumplir con los exigentes requisitos del servicio criogénico, especialmente Hanway HWZH-2 y HWZH-3, incluidas alta presión, bajas temperaturas y la necesidad de un sello hermético para evitar fugas del fluido criogénico. Se prueban rigurosamente para la detección de fugas y, a menudo, logran tasas de fuga extremadamente bajas, lo que es un testimonio de su confiabilidad y capacidad de sellado hermético.